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Inicio » Proyecto - El asentamiento romano de El PicónEl yacimiento de El Picón
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En la colina de El Picón o Sancil, al suroeste del casco urbano, se encuentra un asentamiento romano de dos hectáreas. La excavación, bajo la dirección del grupo EST-AP (IH, CSIC), permitió documentar una domus, una casa romana, de cerca de 280 m2, construida en torno a un patio central con un impluvium en el centro. Esta gran casa se construyó en el siglo I d.C., y fue ocupada hasta el siglo IV d.C. momento en el que se abandona. Posiblemente fue habitada por una familia importante ya que junto a ella se han hallado los cimientos de otras casas más modestas, de menos de 30 m2, que serían el tipo de vivienda más común del yacimiento y donde viviría la mayor parte de la población asentada en El Picón.En las excavaciones se recuperaron materiales de diferentes épocas, principalmente restos cerámicos, como terra sigillata, dolia, paredes finas, cerámica común y de cocina, así como piezas realizadas en hueso, piedra y metal. De entre ellas se puede destacar un anillo de oro engastado con una piedra semipreciosa en el que se reproduce un retrato femenino. Así mismo aparecieron dos fragmentos de un documento jurídico en bronce fechado en el año 27 d.C., en el que un individuo, posiblemente afincado en el Picón, firma un pacto de amistad con una comunidad vecina, Bletisama, situada en la zona noroeste de la provincia de Salamanca. Ambas piezas se pueden ver actualmente en el Museo de Zamora. En El Picón vivió una pequeña comunidad que no superaba los 350 habitantes. Se dedicaban principalmente a la explotación agropecuaria del entorno, con buenas tierras para el cultivo de cereal, como trigo, cebada o mijo, áreas de huertas y pastos para el ganado. Al mismo tiempo, y como pago de impuestos, los miembros de la comunidad trabajaban en las minas de oro puestas en explotación tras la conquista romana. Estas labores serían de carácter estacional, compaginándolas con el resto de trabajos agropecuarios. La ocupación se inicia en el siglo I d.C., posiblemente tras el abandono del castro prerromano de la Ciguadueña, y se mantiene hasta el siglo V d.C.Actualmente las excavaciones se encuentran tapadas, dado el alto coste de mantenerlas descubiertas, pero es posible ver diferentes materiales constructivos y estelas procedentes de este asentamiento reutilizados en varias de las viviendas de Pino del Oro y en las ruinas de la ermita de San Esteban, en el arribe del Duero. Más información
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